Amanece el día fresquito. Hacemos la maleta y salimos a la calle a desayunar con las maletas a cuestas, pero por no ir a la estación y volver…
Pasamos por la Catedral, subimos por la calle Kaptol y giramos en Opatovina donde está la iglesia de San Francisco y un pequeño parque. Aquí hay un pequeño mercadillo donde puedes comprar algún recuerdo de la ciudad a mejor precio.
Según bajas, sales a la plaza Dolac con el mercado de fruta que ya vimos ayer y un mercado de flores y recuerdos de lavanda, muy típico aquí.
Ya en la Trg Bana Jelacica, con su imponente estatua ecuestre entramos en el centro comercial Muller, el Corte Ingles de aquí.
Aquí hay muchos productos sin gluten, sin lactosa, veganos y si tienes alergia a los químicos, hay productos de aseo y para limpiar sin parabenos, por ejemplo de la marca Ecover.
En los supermercados Kozum y Billa, hay productos sin gluten como galletas, pastas y pan.
Yo no estuve pero una amiga me comentó (a posteriori) que en Dubrovnik hay una pizzería con pizza sin gluten en el mismo centro histórico. Se llama Pizzería Castro así que una opción más gluten free para vuestro viaje.
Hacemos una parada en el cafe- pastelería Amelie, un bar muy cuqui, con wifi y no se puede pagar con tarjeta.
De aquí ultimo paseo por la city y a comer al Batak Grill. Pedimos Cevipe, con patatas y verduras. Muy rico y de precio medio.
Ya son las 16.00 y vamos a coger el tranvía para ir a la estación de bus. Es el número 6, dirección Sopot y lo cogemos en la misma plaza.
El ticket se compra en los kioskos que pone TISAK en rojo o en el mismo tranvía a través de la ventanilla del conductor desde dentro, eso sí, control no hay mucho porque nosotras al llegar a Zagreb no lo sabíamos y nos subimos sin billete.
Ya en la estación encontrar el bus del aeropuerto es más complejo. Hay que bajar a la parte baja y salir hacia los andenes. Hay una vaya azul y detrás está el bus del aeropuerto y se compra el ticket en el mismo bus.
En media hora llegas y el aeropuerto es muy pequeño. El cheking con Iberia sorprendentemente es haciendo la misma cola que la de facturar maletas.
A la azafata no le debemos caer muy bien y nos trata regular y nos hacía facturar dos de las tres maletas. Yo me paso cosas a la mochila y listo.
El duty free muy reducido pero puedes coger algún último regalo.
El vuelo con alguna turbulencia porque hay tormenta, pero sobre las 23.00 ya en Madrid.
Fin de un viaje interesante, Croacia no era uno de mis destinos predilectos por desconocimiento y nos ha ido sorprendiendo ciudad a ciudad, y sin dudarlo, lo recomiendo 100 %.