ASIA, INDIA Y NEPAL

Ruta por el Rajhastan. 4ª parte PUSHKAR y JAIPUR

A las 7 nos levantamos y tras nuestra ducha matutina, a desayunar en la furgo. Nuestro conductor nos invita a unos triángulos de patata y a unas palomitas de maíz, como las de los multicines.

A las 15.00 llegamos a Pushkar, al  Chacha’s Garden hotel, y el dueño, que es una monada, nos recibe con una gran sonrisa, tanta que aquí ya nos fiamos de comer ensalada.

Tras una buena sobremesa y una conversación con la mujer de Chacha, que total que es inglesa, nos despedimos de dos tortugas gigantes que tienen y nos echamos a la calle.

Lo primero que vemos es un templo hinduista, muy normalito y de ahí, al lago sagrado, que deben visitar los hinduistas por lo menos una vez en la vida y en donde esparcieron las cenizas de Gandhi.

Aquí ya nos han avisado que es muy fácil que te timen, porque te quieren hacer una ceremonia para limpiar y dar buena suerte a tu familia.

Primero voy yo, con unas flores, pero en que me pidieron dinero, me pire. Al poco, ya estaba Mariano, en la orilla sentado con un sacerdote, y le pusieron el bindi en la frente y un cordón en la muñeca. Le pedían 20 euros, pero él le dio solo uno!!!!

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 Los colores de los Saris son espectaculares.

Después fuimos al único templo dedicado por completo a  Brahma que hay en el mundo. Un niño nos lo enseño en Inglés, así que algunas no entendimos más que la mitad, pero merece la pena verlo. Está prohibido tomar fotos en el interior así que puedes aprovechar y verlo por completo a través de tus ojos. Siempre hay peregrinos visitándolo.

Ya tocaban compras, y aquí Laura echó el resto, todo monísimo. Nosotras compramos harina para un niño que nos quería timar, pero bueno, al final caes en alguna.

Al hotel volvimos por unas callejuelas tipo senda de barrete, con linterna. Cenamos y de postre «especial lassi», ya os contaremos que era.

Domingo 5 de agosto, ya. Nos levantamos y ducha con la cabeza casi rozando el suelo, porque no hay presión en la ducha. Alguna con el estómago flojo se prepara botella de suero para el camino y salimos hacia Jaipur. En poquitas horas llegamos a Jaipur, son las 11.30.

En el hotel Vinayak Guest House, parece que nos quieren timar, porque nos quieren meter a los 7 en una habitación, eso si super barato, pero preferimos tener habitaciones, y al final llegamos a un acuerdo.

Dejamos ropa en la lavandería y a callejear, que nos dice que el centro esta cerca, como nuestros amigos de Zaragoza, y encima, a mitad camino, a 40 grados, se pone a llover a chuzos así que, nos resguardamos y enseguida para.

Enseguida encontramos uno de los restaurantes que llevábamos mirados y allí que vamos, la comida es muy buena, y volvemos a comer ensalada, que esta buenísima y nos sienta bien, preguntamos y nos dicen que esta lavada con agua mineral.

Cogemos un tuc tuc y nos vamos al Hawa Mahal, también llamado palacio de los vientos.

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Cogemos otro tuc tuc, que ya nos encantan, y vamos al templo del agua y mientras nos hacemos las fotos, cientos de hindus nos rodean mirándonos como nos hacemos las fotos, es un momento para flipar.

Después vamos a un corral de elefantes, y nos dejan tocarlos, besarlos, fotografiarlos… es la primera vez que tenemos a un elefante tan cerca y la mayoría quedamos enamoradas. Como veis en la foto, a todos nuestros viajes vamos bonitizando el mundo con algún complemento de carita bonita, en este caso su mochila.
Al salir, nos toca discutir con los del tuc tuc porque nos quieren llevar a una fábrica y pasamos ya de telas, encima tenemos prisa, porque vamos a cenar a casa de Biyey con su familia, así que compramos unos dulces y cogemos nuevamente un tuc tuc, eso si, ahora cae la mundial, y llegamos bastante sopas a la cita.

Vamos con Biyey y su furgo, a su casa. Nos viene a recibir su hermano mayor. En la casa están, su madre, su tía, dos primos, y algún amigo. Enseguida nos pasan a su habitación, nos sientan en la cama y nos ofrecen naranjada. Allí hay dos ratitas en una jaula, una monada vamos.

Nos ensenan todas las fotos del hermano modelo, que son curiosas, la verdad, hasta que pasado un rato, que ya pensábamos que no cenábamos, nos dicen de pasar a otro cuarto que han acomodado para que cenemos con el aire acondicionado a tope.

Nos traen una bandeja para cada unos con distintos arroces, verduritas, sopa, chapati y un dulce. Todo es muy bueno, la verdad, pero es imposible comérselo todo, pero por agradar a la mama, hacemos un sobre esfuerzo y nos lo comemos.

Y de remate, un corte de helado de nata

Ya en el comedor con toda la familia, hablamos de lo que podemos, porque los mayores solo hablan hindi, pero son muy agradables, nos cogen de la mano, nos tocan el pelo, … una bonita experiencia.

Lunes, 6 de agosto. Ducha, desayuno y hacia el Fuerte de Amber. Pasamos a buscar a un guía, un señor muy majete y nos montamos en los elefantes. Silvia con Estela, para que le proteja, porque en inicio le da miedo y luego total que mientras van montadas van intentando comprar telas, pulseras,…. son un caso. Los demás lo llevamos bien, el elefante no se mueve mucho y las vistas son muy chulas, parece la muralla china.

Una vez dentro, vamos viendo las salas y aprendiendo un poco de historia. El maharaja de aquí tenia 12 mujeres y 300 concubinas, no se lo montaba mal el tío.

De aquí nos vamos al City Palace, y yo no entro, y me voy a pasear y a hacer fotos por los alrededores y un chico que habla español se para a hablar conmigo.

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Cuando salen, muy contentos por lo que han visto, ven que yo no estoy, y cunde el pánico, pobres me buscan  y la gente les dice que me han visto ir a una tienda, otros que con un caza turistas…. total, que como se conocen todos, enseguida llaman al guia con el que estoy yo (el chico indio que habla español) en un templo hindu que es gratuito, y ya nos reencontramos. Pido perdón por que les he dado un buen susto.

Laura le dice al guía que nos lleve a un restaurante al cual llevaría a su mujer a comer, y ahí que vamos. El sitio no esta mal, es bastante guarrete, pero la comida esta buena.

La tarde ya la dedicamos un poco al ocio, las primas se van a dar un masaje, y los oscenses y la de Ballobar nos vamos a comer helado de pistacho a un hotel pichi, con hombres disfrazados de yo que se que, que te abren la puerta.

Luego, ya todos juntos, intentamos ir al cine, pero llegamos tarde, así que entramos a unos centros comerciales pero estaban vacíos

Cogemos otro tuc tuc, y para casa. Hoy cenamos en el hotel de al lado. Algunos van a comprar desayuno, otros a internet y otros a pedir la cena. Los de la cena, conocen a un francés que habla andaluz de Cádiz total. Les cuenta que vivió allí y la verdad que es para alucinar lo bien que habla.

Cenamos de lujo, con música de timbales de fondo, y mucho turista.

Se nos hace tarde y hay que dormir, que mañana madrugamos otra vez y Biyey nos ha hecho prometer que seriamos puntuales.

Ya veremos si al final lo fuimos.

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