Ayer, día 24 julio , fue un día largo, vuelo Madrid-Estambul, Estambul-Delhi. En ellos hay que decir que nos dieron una comida bastante buena, incluido menú para celiacos (Turkish airlaines se lo curra), y manta, almohada, pelis, juegos,… ameno pero muuuy incomodo para dormir. Total que, ahora que son las 22.54 horas en Delhi aun no hemos dormido en condiciones desde nuestra salida desde Huesca, pero podemos con todo.
Al llegar al aeropuerto, nos vino a buscar el Pick up del Hotel con un letrerito que ponía «Estela», así que allí que fuimos. Nos separaron en dos coches y comenzamos a ver como conducen por estas tierras… No da miedo porque los ves muy tranquilos, pero tienes la sensacion de chocar en todo momento, y por encima de todo, NO paran de pitar, «pi,pi,piiiii».Ya llegamos al SMYLE INN HOSTEL. Las habitaciones nos las dan ya, a pesar de no tenerla reservada hasta las 12.00AM, en ese momento son las 05.30 am. Echamos una cabezadita, nos encontramos con las dos Zaragozanas que vienen con nosotros y nos echamos a la calle.
En seguida nos viene gente a ayudar gratuitamente, aunque luego nos damos cuenta de que de las tiendas que te recomiendan reciben una comisión.
Todos, en general, han sido encantadores y uno nos lleva a la oficina de turismo, en la cual acabamos alquilando una furgoneta para mañana, así que mañana se vera si es de fiar o no, de momento solo sabemos que era guapo.
Luego hemos cogido un RICKSHAW, 140 Rupias por 7 personas y hemos ido a comer, lo que en principio hemos pensado que seria lo mas bueno, pero jodo como picaba, la mayoría no nos lo hemos comido y hemos acabado pidiendo un arroz basmati bueeeniisimo, coca-cola, agua, cafés y te por un total de 1500 rupias, y una aire acondicionado tipo Siberia.
Al salir a la calle te da un golpe de calor que para que, pero así es India.
El resto del día hemos callejeado, comprado pantalones de todos los colores por 3 euros, mangos en la calle, que a todos les han encantado, y hemos acabado cenando en el Hostel y ya a dormir, que mañana tenemos muchas cosas que visitar.
Hemos visto mucha gente impactante y sobre todo gente con una gran sonrisa.
Al rato nos viene a buscar al hotel y Oh my good!!! aparece Shuki, que es Sikh y, según la mayoría, espectacular, unos brazos y una mirada…
Ya comienza el tour por Delhi, y nos lleva a la vieja Delhi, a la Mezquita Jama Masjid, la mas grande de la india y en una de sus puertas se ve una panorámica impresionante.
Nos quieren cobrar por todo, y decidimos entrar por partes, porque cobran por las cámaras (300 rupias) y nos hacen poner un traje para taparnos, largo hasta los pies, pero muy colorido, el de Silvia el más bonito. Entramos Arancha, Ana, Estela y yo y nos dedicamos a fotografiar todo lo que vemos.
De pronto, se empiezan a oír unos ruidos, que al principio parecen explosiones, y los autóctonos corren hacia una puerta, Estela tiembla y yo le digo que es como el Tordocop, que no se asuste; mientras, afuera, Laura, Silvia y Mariano, que seguían fuera con los zapatos, ven que un chico tiene la cara descolocada, y les grita: come here!. Total que al final, era una fiesta, eso si, con cañonazos. Como les va la marcha.
Después, nos vamos con Shuki y su furgoneta con aire acondicionado, que ya llevamos las camisetas empapadas hacia el Fuerte Rojo (250 rupias)
Aquí empezamos a ser la mayor atracción de Delhi, todos quieren fotos con nosotros, sobre todo con las rubias; así que aprovechamos y nosotros también nos sacamos fotos con todos ellos. Son las 14.00 del mediodía y la humedad nos consume, poco a poco… así que nos vamos a comer, al RED ONION, un restaurante bastante fino para lo que es el país, para haceros una idea, ayer comimos por 3 euros y hoy por 9, pero este no picaba tanto, verdad Laura? ayer algunas casi no pudimos comer.
Con el estomago «lleno», nos vamos al Qutub minar, que es el alminar de ladrillos más alto del mundo, es como una especie de fuerte que rodea construcciones afganas, algunas algo derruidas, y nos recuerda un poquito a Roma. En el centro esta el Minar-torre, que es muy curiosa. Aquí también pagamos 250 rupias.
Nos montamos en la furgoneta y vamos por la Nueva Delhi, vemos la casa del Presidente, mucho mas grande que la Moncloa, y nuestros primeros monos.
De allí vamos a India Gate, es una explanada impresionante con un arco, similar al Arco de Triunfo de París. Aquí el acoso es brutal, pensábamos hacer fotos, y como dice Laura, «ya lo creo que nos hacemos fotos…!con media india!!», según Estela había mucho maleante, eran una mezcla entre latinos y gitanos rumanos, y encima estaban de manifestación, y no por la escuela publica.
De vuelta al hotel, vemos la iglesia de nuestro conductor, que es de la religión Sikh, que después de los hinduistas y los musulmanes, es otra de las religiones en India.
Ya volvemos al hotel, y Laura y Silvia, comienzan su tarea de todos los viajes, que es ordenar las plazas de Silvia. Silvia y yo buscamos un sitio para imprimir y el chico nos baila el papi chulo mientras tanto.
Una vez imprimido, ellas se van a ordenar y nosotros a buscar la cena, toda una odisea para encontrar una pizzería que teníamos a cien metros del hotel, pero así es India.
Todos disfrutan la cena, con unos mangos de postre, y yo me como mi jamón de España, todo sin gluten, ummm, que rico!!, todo esto en la cama de Laura y Silvia, que tienen el cuarto mas fresquito por el aire acondicionado. Ya bien cenados, nos vamos a dormir, y nuestras maestras siguen ordenando las plazas.