Llegamos desde Colonia a la estación de tren Hauptbahnhof, en Frankfurt.  Es una de las principales estaciones de Alemania y una de las más grandes de Europa. Si tienes que coger allí alguna conexión, ves con tiempo porque es bastante grande y algo liosa, pero sin duda, una belleza de estación.

Qué ver:

• La Main Tower. Para disfrutar de sus vistas puedes aprovechar y reservar en el Main tower restaurant situado en la planta 53. Los precios son altos, pero si te quieres dar un capricho, disfrutarás de una panorámica de la ciudad espectacular.

• El Europaturm. Esta torre también es llamada  «Ginnemer Spaschel». Es mejor verla de lejos, puesto que no está abierta al público. Hace unos años si tenía un restaurante y una discoteca.

• La Torre Commerzbank. En su interior hay 9 jardines repartidos en sus distintas plantas.

• Hacer un crucero turístico por el río Main. Por unos 6 € puedes pasar dos horas. A ambos lados del río Main está la zona conocida como la orilla de los museos, que si estás unos días mas puedes aprovechar y visitar alguno.

• La Alte Oper. Edificio renacentista y de los más visitados de la ciudad. Fue reconstruido ya que sufrió daños durante los bombardeos en la Segunda Guerra Mundial.
• La Catedral de San Bartolomé. Tiene la categoría de catedral porque allí fueron coronados reyes y emperadores.

• Plaza Romerberg, es el corazón de la ciudad y allí se encuentra el ayuntamiento. Sus casas medievales tienen parte de su estructura de madera. En Navidad en ella se celebra uno de los mejores mercados navideños del país.

• El Museo de Arte Moderno. Su edificio es triangular y tiene forma de  trozo de pastel.
• El Museo Senckenberg, de Historia Natural.  Está más alejado del centro, pero puede resultar interesante.

• Para hacer unas compras, debes ir a  la zona comercial Zeil.
• No dejes de cruzar por el puente Eiserner Steg y disfrutar de las vistas sobre el río Main que separa la parte antigua de la parte moderna de la ciudad.

Dónde dormir:

Escogimos la Pensión Alpha Frankfurt City, buena localización y cerca de la estación de tren.  Es sencillo pero económico, cómodo y con el metro cerca para conocer la ciudad. La habitación triple te sale por unos 40 €.

 

Dónde comer sin gluten:

• La pastelería Heavenly Delight, ofrece cupcakes, bizcochos, tartas, sin gluten, sin lactosa, para veganos,…
• La pizzería Sicilia. Cuando viajas tus amig@s siempre hay algún día que quieren pizza y es un lujo, poder comerla tú también. De precio económico y está a 9 minutos andando de la estación de tren Hauptbahnhof.
• El Restaurante Urban Kitchen. Cerca del Alte Opera y la comida tienes opciones de distintos paises en un buen ambiente. Precio medio.

Llevar la carta de celíacos en el idioma del país te ayuda mucho en los restaurantes.

En los supermercados DM, Kaiser y droguería Rossmann puedes encontrar galletas, pan y pasta sin gluten (y con también) sin problemas. Cerca de la estación de tren puedes encontrarlos.

Para tomar algo y sobre todo una cerveza alemana,  estuvimos en el Alter Limpurg, cerca de la Plaza Romerberg. El café también está bastante bueno.

A última hora de la tarde, fuimos al O´Dwyers´s Irish Pub y tomamos unas cervezas y en mi caso, un vino bastante bueno. Está al otro lado del río, en la zona de Sachsenhausen donde puedes disfrutar  de una deliciosa sidra.

Mi recomendación para no perderte nada si solo tienes un día es hacer un free tour por la mañana.