Esta excursión la contratamos desde España en la web de CIVITATIS. Nos decantamos por esta tras revisar varias opciones y sobre todo porque teníamos buenas experiencias con ellos en otros viajes.
Nos vinieron a recoger a nuestra casa de huéspedes Casa Mario y Aurora en un coche antiguo. Que ilusión nos hizo cuando bajamos y vimos que nos íbamos a montar en ese coche tan chulo.
Si quieres reservar esta casa en AirBnb, desde este enlace te harán un descuento.
Ernesto, nuestro conductor y guía del día fue muy ameno durante todo trayecto. Fuimos conversando hasta que llegamos a la primera parada.
El Valle de Viñales fue declarado Patrimonio de la Unesco en 1999 y no me extraña.
El Mirador de los Jazmines.
Las vistas son increíbles. Vegetación de verdes intensos, plantaciones, los mogotes imponentes en el horizonte y cientos de palmeras.
Si quieres hacer noche aquí está el Horizontes Los Jazmines, con unas vistas estupendas y piscina. Lo vimos desde el mirador y daban ganas de quedarse.
Tras un rato de calma, volvimos a nuestro coche antiguo para ir hacia las plantaciones de tabaco.
Plantaciones de tabaco en Viñales
Dicen que esta es la zona donde más tabaco se fabrica de toda la isla. Nosotras visitamos una de las fabricas de tabaco manufacturados.
Íbamos un grupo de unas 12 personas. Primero nos enseñaron cómo secaban las hojas de tabaco.
Después caminamos un poco hacia una caseta donde un chico nos explicó cómo se fabrica el auténtico puro habano. Este rato puedes tomar un poco de ron y probar uno de los puros que fabrican.
Si además quieres comprar puros para llevar de regalo, estarán encantados de venderte.
Aquí estuvimos charlando con las chicas y haciendo fotos mientras otros compañeros se fueron a dar una vuelta a caballo por la finca (previó pago).
Nosotras íbamos en el coche con dos chicas catalanas y como ellas tampoco montaron a caballo, nos adelantamos y nos fuimos a la siguiente parada.
El mural de la prehistoria
Este curioso mural pintado sobre rocas del jurásico fue creado en 1959 por Leovigildo González.
De esta zona, más que el mural nos impresionó el entorno. Está enclavado en un valle espectacular, que para los que hayan visto la serie perdidos te traerá alguna imagen a la mente.
La verdad que no se va con prisas, puedes disfrutar tranquilamente.
Cueva del Indio
A la entrada al recinto hay una recreación con personajes indígenas. Te montas en una barca y se recorre un pequeño trozo de la misma a través del río San Vicente. Dentro hay un conjunto importante de formaciones geológicas de estalactitas y estalagmitas y el barquero hace el paseo muy divertido.
Si ya has visitado otras cuevas estás no diría que sea especialmente espectacular.
A la salida vimos unos animales y ya nos fuimos a comer con el grupo que ya habían llegado porque fueron directos cuando terminó su paseo a caballo.
La comida estaba incluida en la excursión y la verdad que nos dieron un poco de todos los platos típicos cubanos. Todo muy rico y abundante.
De vuelta a La Habana paramos en una gasolinera que estos días estaba la cosa complicada con el combustible y ya dejamos a las chicas en la Habana Vieja que así aprovechaban lo que quedaba de día y por último nos dejó a nosotras junto a Paseo Prado.
Pasamos un día muy chulo y si no tienes mucho tiempo, esta excursión de CIVITATIS, es una buena opción.