A las 18.30 nos recogen en el hostel, para ir a la estación a coger el Sleeping Bus.
A las 20.30 sale el bus, pero hasta casi dos horas después no arranca, y no el nuestro ya que tras intentar arreglarlo, nos acaban cambiando a otro que está aparcado al lado.
Estamos teniendo una mala suerte en Laos que ya empieza a parecer que nos han echado mal de ojo.
La noche pasa, algunos duermen mejor que otros, el aire acondicionado no llega a todas las camas y el asfalto es horroroso, pero en general podemos dar el aprobadona este bus.
Ya en Pakse, y a día 13 de agosto, nos dicen que al llegar con retraso, el minibus que tenemos concertado se ha ido ya…
Nuno e Ika les piden explicaciones y que nos pongan otro que corra de su cuenta… Pero en Laos lo que viene siendo asumir responsabilidades no se lleva mucho.
Al final, nos llevan a la agencia e Ika habla por teléfono con la agencia de Vientiane. Le dicen al principio de malas formas que nos esperemos a mañana, pero no es lo que queremos, queremos irnos hoy.
Finalmente, nos cobran 40.000 kip más por persona y nos ponen otro minibus. Son las 10.30 así que hasta las 12.00 que nos pasan a buscar, echamos un café y desayunamos pan con quesitos.
El minibus, para no variar, arranca a las 12.35 mientras cae un chaparrón de los buenos y va directo a la gasolinera, que debe ser que no ha tenido tiempo suficiente para venir con el deposito lleno.
Allí una chica da al botón, otra pone la manguera y otra te cobra… Simplemente LAOS.
Ya en el minibus, algunos intentan dormir, otros leer, yo al blog y vamos dejando que pase el rato mientras vuelve a llover.
Belén y yo vamos escuchando música con su Mp3, así se hace más amena esta odisea ;-).
Suena REM y entre bote y bote, vamos viendo casitas a ambos lados de la carretera, pequeñas tiendas, búfalos, vacas que cruzan a su antojo, niños que juegan…
Bote a bote hemos llegado al míni puerto en el que por 20.000 kip nos han llevado a Don Khon, una de las islas.
Ya son las 16.00 y nos hemos puesto a comer en un restaurante que tiene una comida muy buena y Wifi.
Tras ir de expedición Estela, ika y Mariano, hemos elegido las cabañas de los dueños del restaurante. Se llama Pa Kha Guesthouse tienen vistas al río, ducha y baño propio, mosquitera y ventilador.
Precio: 40.000 kip, habitación doble, unos 5 €, esto negociando un poco.
Ya instalados en las cabañas, Usieto en concreto, se ha dado cuenta que le faltan 100€ y tras pensar, ha debido ser esta noche. El «ladrón» ha entrado en el maletero en cualquiera de las paradas que ha hecho el Sleeping Bus, así que No dejar nada valioso en el maletero, TODO encima.
Tras el primer impacto, nos hemos duchado que ya teníamos ganas y a pasear. Ya es casi de noche y esta isla tiene poca luz, seguramente sobre las 22.00 apaguen las luces así que salimos provistos con linternas.
En esta isla la gente es muy amable, todo el mundo sonríe y te saluda.
Ahora ya relajados tomado unas cervezas BeerLao y de cháchara.
Estamos pensando ideas de como cruzar el sábado la frontera a Camboya. Hemos leído que son polis corruptos y te quieren cobrar de más por el Visado.
Unas cuantas risas están cayendo.
Tras esto, y ya con poca luz en el camino que son las 21.20 hemos ido a buscar de cenar.
Un charco se ha tragado mi chancla, pero entre las linternas y que he metido medio brazo, la chancla ha sido recuperada.
Vamos a cenar, Spring Roll y patatas fritas,… estamos agotados y pronto iremos ya a dormir.
Día 14 de agosto
Ya hemos pasado el ecuador del viaje, y estamos en un sitio ideal para descansar de los autobuses rotos, los botes y los malos gestos de algún laosiano.
Hoy hemos cogido unas bicis por 10.000 kip cada una y hemos recogido la isla.
Al empezar ya nos han intentado cobrar 25000 kip para entrar a la ruta de las bicis, pero nos hemos dado la vuelta y hemos ido por el camino largo.
El calor apretaba fuerte, pero hemos pedaleado cómo jabatos.
Por el camino hemos ido viendo zonas más rurales, mujeres en los arrozales, búfalos…
Algún percance hemos tenido, a Ika le ha picado una sanguijuela, yo he tenido un golpe de calor y para rematar Laura se ha caído a cámara lenta en un charco con bici incluida ( visto desde detrás) ha sido brutal 😉 y ha acabado con algún que otro rasguño.
Ya en las cascadas hemos intentado entrar sin pagar, pero no ha colado así que nos hemos quedado a comer por esta zona.
Aquí hemos jugado con unos niños. Les cuesta mucho sonreír e interactuar, pero al final lo hemos conseguido y les hemos hecho muchas fotos.
De aquí vuelta a la bici y a casa a meternos a la ducha, que vamos algo quemados del sol, a pesar de la crema.
Charradeta, cena, WhatsApp varios y sobre todo de la pandilla bailarina y a la cama.
15 de agosto
Amanece en las cabañas, y tenemos pensado ir a la cascada Phi Phi, la más caudaloso de toda Asia.
Tras desayunar en un bar (nos hemos puesto las botas) hemos cogido las bicis y a pedalear.
Las cascadas están a 10 minutos. Son impresionantes, y, andando un poco más se llega a una especie de playa espectacular.
Algunos se han bañado y otros de cháchara tomando unos refrescos y escuchando buena música del chiringuito.
La tarde ha continuado con bici. Hemos pasado por el puente a la isla de enfrente, Don Det, en ella vive más gente laosiana y también hay algún Ghesthouse.
Nuestros traseros ya estaban rotos de la bici y tanto bache. A Usieto se le ha salido la cadena y no había forma de volverla a poner.
Estela ha ido amenizando con canciones inventadas personalizadas el camino, y ya, sobre las 19.30, de noche por aquí, hemos dejado las bicis y a la ducha.
La mayoría se han ido a tomar unas Beer Lao y a cenar.
Mientras esperamos la cena, algún bicho sin identificar está atacando a las chicas, hay unas hormigas que muerden.
Ya con la cena, toca tomar el Malarone y este hecho, siempre nos saca historias divertidas.
Mañana a primera hora de la mañana, salimos hacia Camboya… Así que hoy habrá que ir a dormir pronto que mañana tocan horas de «aventura».
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