A las 7 en pie, buenos algunos,porque un señor me dice que aun falta una hora para Gorakhpur y las chicas siguen durmiendo. Yo me dedico a hacer fotos, a mirar la Lonely y a charrar con Damián mientras vamos viendo los pueblecitos del camino.
Sobre las 9 bajamos del tren, y seguimos a los chicos argentinos que ya han encontrado donde coger el bus que nos llevará a Sunauli. Justo al salir de la estación de tren, andando unos cincuenta metros hay unos autobuses y allí pagas el ticket.
Nos ponen las mochilas en el techo del bus y, para dentro. Un bus con poco espacio para la gente alta, Laura y yo vamos muy bien y nuestros amigos argentinos, regular, porque a medio trayecto entra una anciana y René le deja su asiento, así que se pasa el resto del viaje de pie.
Tras dos horas, llegamos a la frontera, bye bye India, welcome to Nepal…
Toca cuñar el Pasaporte y hacer unos cuantos papeles, pagar el visado nepali, que son 25 $, así que al pagar con Euros nos devuelven un dolar.
Aquí cogemos por primera vez las Bicis tuc tuc, pobre chicos, menudo peso les metemos con las mochilas que llevamos. Nos llevan hasta la estación de bus de Bhairawa y son ya las 14.30.
Resulta que el primer bus sale a las 17.00 y tarda 12 horas en llegar, que horror con las horas que llevamos ya de ruta. Pasamos al plan B, vamos con Ana y René a negociar una furgoneta, yo la verdad que de apoyo moral, el inglés lo ponen ellos. El tío es duro, así que se montan en otra bici tuc tuc y vuelven al principio del pueblo donde ya nos habían ofrecido furgoneta más barata.
Mientras los demás vamos comiendo, juntamos lo que tenemos, jamón serrano con pan bimbo, tranchetes, unas galletas de naranja y algo de tortilla que nos quedaba de la cena del día anterior, casi una comida de lujo.
Son ya las 16.45 y como vemos que tardan los vamos a buscar y ya encontramos a Ana. Todo arreglado, tenemos furgoneta, biennnnn!!!! Llega al poco René y vamos hacia la furgo con nuestras mochilas. El conductor es un Nepali, de brazos gorditos, que no habla nada de inglés pero es muy apañado.
Para en un chiringuito y cubre las mochilas con un toldo, que va genial porque a lo largo del camino nos llueve.
Son casi 8 horas de trayecto, la carretera llena de curvas pero las vistas son impresionantes.
Empezamos a ver valles inmensos, cascadas,… por un momento todos nos quedamos en silencio disfrutando del paisaje como si nunca hubiéramos visto algo así. No sabría describirlo con palabras.
Va anocheciendo, y se ve todo el cielo estrellado, montañas, estrellas y una oscuridad que transmite mucha paz…
Nuestro chofer, al que llamamos «Chino» nos pone unos temazos de David Guetta, Pit bull y demás que la furgoneta es una fiesta. Estela ameniza el viaje, contándoles a los chicos argentino historietas buenísimas, la mejor la de nuestros supuestos problemas o vicios,… por los cuales estamos ingresados en un centro en España…. esta chica es una Show woman…cantamos canciones típicas de autobús, vamos cenando los restos que nos quedan y hacemos algún alto en el camino a comprar agua, plátanos y demás,
Laura al principio tiene miedo de la carretera, porque a ratos hay niebla, pero enseguida se da cuenta que nuestro chino es un gran conductor. La noche pasa bastante rápido, unos vamos más cómodos que otros, yo la verdad que en la parte de atrás voy genial, mi Arancha va peor, junto al chinito y el cambio de marchas entre las piernas, pero es que aquí se aprovecha todo el espacio…
Con la noche cerrada, llegamos a Pokhara y encontrar el hotel es difícil, pero tras varias vueltas, llamamos a nuestro hostel y el señor nos viene a buscar, es un hombre encantador.
Le damos el dinero a René y Damián, para que cuando les deje en su hotel paguen a Chinito, nos despedimos y para dentro, el hotel es una pasada, la habitación de tres tenemos salón y cocina, y la ducha… espectacular. Recomendable 100%.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Relacionado