Salimos a las 8.00 de la mañana de Milán a Bruselas, con Ryanair por 26,50 € cada uno. Esta parte del viaje ya la hacemos solo Silvia y yo.
Muy amables, nos dejaron pasar a la habitación, descansamos 10 minutos, usamos el wifi y salimos a callejear con el mapa.
Este hostal se encuentra en el pleno corazón de Bruselas así que no nos costó nada ir encontrando las distintas cosas que ver.
Fuimos a Rue Neuve, calle llena de tiendas donde puedes comprar sobre todo ropa y comida en puestos callejeros. La calle en si es bonita, merece la pena verla. De allí nos dirigimos a la Grand Place. Es una Plaza imponente, mires al lado que mires.
Aquí se encuentra:
El Ayuntamiento, edificio más antiguo del conjunto de la plaza. Es el que se situa al suroeste.Tiene una torre de 96 metros y tiene unas visitas guiadas muy reducidas, solo martes y miércoles a medio día, hora española.
La Maison du Roi o Casa del Rey. En su momento vivieron los Reyes, pero ahora en ella está el Museo de la Ciudad.
La Maison des Ducs de Brabant, es un conjunto neoclásico y se llama así por los bustos que puedes ver en su fachada.
Puedes encontrar distintos museos/casas en esta plaza que correspondía a distintos gremios de la época. Le Pigeon, (la Paloma) del gremio de pintores y fue residencia de Victor Hugo, Le Renard (el Zorro), Le Cornet, Le Arbre d´ Or, (el arbol de oro) antigua sede del gremio cervecero,…
Le Roy d´Espagne es uno de los bares más famosos de la plaza, con unas vistas desde la terraza impresionantes, famoso también por su cerveza.
Coincidió que organizaban un festival estos días así que había mas gente de lo normal y música en directo.
Como curiosidad, esta la versión femenina, Jeanneke Pis, bastante más actual ya que fue realizada en 1987. De aquí fuimos a ver la Iglesia de San Nicolás, totalmente integrada en las edificaciones de la plaza del Mercado.
Mientras paseas, ves chocolaterias por todos lados. Lo primero que probamos fueron las fresas con chocolate de Godiva. Para los celíacos mal, porque no tienen nada sin gluten, pero hay otras que si, así que tranquilos que a cualquier paso hay opciones.
Las que si ofrecen opciones sin gluten son: Neuhaus, Leonidas. Ambas las puedes encontrar por muchas calles. Dumon, chocolatería en pleno centro y ubicada en una casa de cuento, solo la fachada ya te dan ganas de entrar.
Por la tarde fuimos a la Estación central a mirar opciones para ir a Brujas al día siguiente. La estación es un ir y venir de personas, como no entendíamos muy bien las pantallas, preguntamos a un chico de información que por suerte hablaba español perfectamente. Decidimos sacar los billetes en las máquinas de la propia estación y así no perdimos mucho tiempo.
De aquí fuimos a Sablon, un barrio muy chic y con mucho encanto. Aquí se encuentra la Iglesia de Notre Dame du Sablon. En esta zona buscábamos una cholateria que nos habían recomendado, pero no conseguimos encontrarla. Aprovechamos a pasear por el Petit Sablon, un pequeño parque y tomar una cerveza por la zona. También compramos algún detalle por esta zona, hay tiendas de antigüedades y bombonerías muy especiales.
Para cenar volvimos al centro, a la Rue des Bouchers, es una calle con mucho ambiente y ya tocaba comer el plato típico de Bruselas, Moules frites, que son mejillones con patatas fritas. Si les explicas, te hacen las patatas en una sartén a parte y listo.
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